¿Tuve una Experiencia Positiva de Nacimiento?

Les voy a compartir cómo fue el parto de mi segunda hija, Paulina, y analizaremos si fue o no una Experiencia Positiva de Nacimiento.

Las contracciones me iniciaron el mismo día del parto, a las 05:00pm, ese día había sido un día normal, tuve una reunión con los Directivos de la Fundación ALIVE por la mañana, después subí y bajé escaleras como solía hacerlo durante mis últimas semanas de embarazo y cuando empecé a sentir contracciones fui a mi apartamento a estar sola. Dejé a mi hijo mayor, Alejandro, con su abuelo y cuando estuve en casa empecé a realizar los ejercicios de respiración consciente, puse música celta y realicé algunas posturas en la pelota fitball (o pelota de pilates).

Una hora después llegó mi esposo, se dio cuenta que estábamos en trabajo de parto y de inmediato oscureció la habitación, trajo aceites esenciales y empezó a masajearme la espalda en la zona que yo le pedía. Después me acompañó a dar un baño con agua tibia que realmente me relajó y así disminuyó muchísimo el dolor de las contracciones. Antes de ir al hospital dejamos que Alejito me viera en trabajo de parto y le avisamos que íbamos a ir por su hermanita.

Al llegar a la clínica me trataron muy bien, respetaron mi proceso, el obstetra sólo me realizó un tacto vaginal y como ya estaba en 8cm de dilatación me dijo que si quería podía manipular mi cuello del útero para ayudar el parto, le dije que no y entonces me pidió que le avisara cuando quisiera pujar.

Pasó media hora y ya sentí que venía la bebé entonces mientras estaba sin contracción caminé hasta la sala de partos y me acosté boca arriba. En la siguiente contracción empecé un pujo y en ese momento mi esposo vio la cabeza de la bebé, entonces me motivé y seguí pujando hasta que ella nació, es decir en 1 solo esfuerzo.

Tan pronto nació la colocaron en mi pecho, la abracé, la besé y la dejamos reptar hasta mi seno donde abrió grande sus labios y empezó a succionar la leche materna. Es inexplicable la lluvia de amor y felicidad que sentí en ese momento.

¡¡¡Así que SÍ!!! Fue una experiencia muy positiva de nacimiento porque la transitamos juntos en familia, le permitimos a mi hija elegir el día y la hora de su nacimiento, el parto se desencadenó espontáneamente, me preguntaron si quería que me realizaran ciertas intervenciones y pude elegir, me permitieron parir en la posición que quise y cuando nació de inmediato hicimos contacto piel con piel y establecimos la lactancia materna en la primera hora de vida.

Los invito a quienes están esperando un bebé a regalarse a sí mismos esta oportunidad de vivir una experiencia positiva de nacimiento, el primer paso para ello consiste en informarse bien y de esta forma poder reclamar sus derechos.